Brownie.

Brownie... ese pequeño pastelito cuadrado de chocolate... con mucho chocolate... ¡Delicioso!

Existes muchas variantes de su receta, aunque la base siempre es la misma, un bizcocho denso de chocolate puro. Generalmente, va acompañado de nueces, pero podemos sustituirlas por galletas oreo, trozitos de chocolate, otro tipo de frutos secos, azúcar glas, ganache, etc...

Después de probar varias recetas (incluso la rápida al microondas que no nos produce especial confianza), bajo nuestro punto de vista la que nos proporciona el mejor resultado es la siguiente:

Derretir la mantequilla y el chocolate en el microondas. Emplear siempre un bol que admita uso en microondas. Controlad el tiempo detenidamente porque dependerá de la potencia del aparato, aunque como mínimo requerirá unos 3 minutos aproximadamente. 

También es importante que el chocolate sea adecuado para fundir, o para postres, porque sino se quemará. Removed la mezcla hasta que el chocolate se derrita por completo y se integre bien con la mantequilla y reservad.

En otro recipiente, mezclad el azúcar y los huevos. Y añadir a la mezcla reservada. Continuar removiendo e ir agregando poco a poco la harina para que no salgan grumos hasta conseguir una mezcla con la textura adecuada, ni muy consistente, ni especialmente líquida. Añadir las nueces.

Precalentar el horno 10 minutos a 180 ºC.

Engrasar el molde con mantequilla y volcar la masa en él.

Introducir en el horno y cocer durante 30 minutos.

 

Tradicionalmente el Brownie se hace en un molde rectangular, ya que por lo general se sirve en cuadrados. Aunque cada uno puede hacerlo como más le guste, siempre que controle el tiempo de cocción y la temperatura del horno.

¿Por qué no intentar una Tarta/Brownie? Nosotras hemos hecho alguna, entre las que destacamos la que os muestro. Compuesta por 3 Brownies redondos, unidos y decorados con crema de chocolate a la que agregamos nata para darle más cuerpo y poder usarla para decorar con una manga, en este caso sin usar boquilla para crear una estética más desenfadada. ¡La pinta era fantástica! Pero claro... tiene que gustarte mucho el chocolate para poder comerte una tarta así.

También tenemos, aquí, la receta de su "hermano" el ¡Brownie de chocolate blanco!

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